Las cardiopatías congénitas incluyen un sinnúmero de malformaciones del corazón, que van desde problemas sencillos hasta muy complejos.

El tratamiento de éstas siempre ha generado un reto desde que fueron descubiertas, ya que los cirujanos no podían explicar cómo poder realizar una intervención al corazón, pues no existía la forma de poder abrirlo y reparar defectos intracardíacos.

Los primeros defectos tratados fueron los extracardíacos, como el conducto arterioso permeable, ya que este defecto podía ser corregido con una cirugía extracardíaca en la cual no se necesita parar el corazón ni abrirlo. Otro avance en la cirugía cardíaca fue la realización de fístulas sistémicas pulmonares, la famosa fístula de Blalock Tausig, que permitía llevar flujo sanguíneo a la arteria pulmonar en los casos de Tetralogía de Fallot o atresia pulmonar. Pero el reto real aún continuaba siendo la cirugía intracardíaca, ya que no se explicaban la forma en la cual se podía corregir defectos con el corazón funcionando. No fue hasta el descubrimiento de la bomba de circulación extracorpórea y la cardioplegia que fue posible intervenir defectos intra-cardíacos como la comunicación interventricular, comunicación interatrial, para las cuales el paciente es conectado a la bomba, que realiza la función de corazón/pulmón, se para el corazón por cardioplegia y permite al cirujano trabajar dentro del corazón inerte y reparar muchos defectos.

En la actualidad, muchas de las cardiopatías congénitas que requieran tratamiento quirúrgico pueden ser resueltas mediante intervencionismo (cateterismo cardíaco), lo que permite una recuperación mucho más rápida, con un riesgo mucho menor que los procedimientos quirúrgicos y una tasa de complicaciones muy bajas.

El cateterismo cardíaco tiene muchas utilidades, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de las cardiopatías congénitas. Dentro de los procedimientos terapéuticos que con mayor frecuencia se realizan se encuentran el cierre de comunicación interatrial y el cierre de conducto arterioso permeable, tratamiento de estenosis aórtica, estenosis pulmonar, coartación aórtica.

El conducto arterioso permeable es una estructura que forma parte de la circulación fetal normal, que conecta la aorta con la arteria pulmonar y que durante la vida fetal mantiene el flujo sanguíneo a la porción inferior del cuerpo. Al nacer, por diferentes estímulos (oxígeno, cambios de presión), el conducto arterioso se cierra; pero en algunos niños éste permanece abierto, lo que permite un cortocircuito de izquierda a derecha (de la aorta a la pulmonar) generando sobrecarga de volumen a nivel pulmonar, que con el paso del tiempo, dependiendo del tamaño del conducto, genera cambios irreversibles en la vasculatura pulmonar.

Actualmente, el tratamiento de éste se realiza en la mayoría de los casos por cateterismo cardíaco, procedimiento mediante el cual, por medio de un catéter, se introduce un dispositivo Amplatzer para ocluir de forma permanente el conducto arterioso. El tiempo de este procedimiento es de alrededor de 45 minutos a 1 hora y es egresado en 12 horas del hospital.

Otra de las cardiopatías que se pueden tratar de forma segura y con excelentes resultados, es la comunicación interatrial, que al igual que el conducto arterioso se cierra mediante un dispositivo Amplatzer para CIA, el cual es de mayor tamaño, pero al igual que el conducto arterioso tiene una duración de 1 hora en promedio, con 12 a 24 horas de recuperación para el egreso. Comparando el cierre de una comunicación interatrial por medio quirúrgico con el cateterismo, éste, por mucho, tiene más beneficios que van desde lo estético (ya que se evita una toracotomía anterior), hasta las cicatrices que se forman alrededor de los parches intracardíacos, que son sustratos de arritmias.

Gracias a sus ventajas, el cateterismo Cardíaco se convierte en el tratamiento ideal para muchas de las cardiopatías congénitas y en San Miguel, el Hospital de Especialidades “Nuestra Señora de La Paz” tiene una de las más modernas salas de cateterismo para poder realizar estos procedimientos.

 

  1. Manual de Cardiología Pediátrica Myung K. Park 2003
  2. Cardiología Pediátrica Attie 2003